Cada año, la factura de la compra en Canarias parece batir nuevos récords, y el presente no es una excepción. Las últimas tendencias del mercado apuntan a qué productos básicos como los huevos, el chocolate y la fruta fresca siguen siendo los protagonistas de las subidas en los precios de la cesta de la compra, afectando directamente al consumidor canario.
En el último periodo, los huevos han experimentado un incremento considerable, llegando a superar el 10% de subida en el archipiélago, muy por encima de la media nacional. Un dato a tener en cuenta, ya que los huevos son un producto de consumo frecuente en la mayoría de hogares. Por su parte, el chocolate y sus derivados han sido otra de las amargas sorpresas al alza, con incrementos que rozan cifras históricas en el caso de algunas marcas y formatos, aunque esto varía según la temporada y las estrategias comerciales de cada distribuidor.
La fruta fresca, por su parte, sigue siendo uno de los capítulos más sensibles para la economía doméstica canaria. No solo se han encarecido las variedades importadas, sino también las de producción local, aunque a un ritmo algo menor, mención aparte tiene el plátatano. La diferencia de precios entre productos importados y locales es bastante grande, pero incluso así, los incrementos anuales ya forman parte de la normalidad en la cesta de la compra canaria.
**¿Qué factores explican estas subidas?**
Más allá de la inflación general, existen factores estructurales que impactan especialmente en nuestra tierra. El AIEM (Arbitrio sobre Importaciones y Entregas de Mercancías en las Islas Canarias) sigue siendo objeto de debate. Algunas voces del sector agrario sostienen que su eliminación podría tener efectos negativos en la supervivencia de la agricultura local, ya que el AIEM contribuye a compensar las desventajas competitivas frente a las importaciones. Por ejemplo, un kilo de zanahorias locales puede costar hasta el doble que las importadas, pero eliminar el AIEM podría poner en riesgo la continuidad de muchas explotaciones agrícolas y empresas agroalimentarias del territorio.
Por otro lado, la industria manufacturera canaria—queserías, bodegas y empaquetadoras—depende estrechamente del sector agrario. Cualquier modificación en la fiscalidad o en el Régimen Específico de Abastecimiento (REA) puede tener consecuencias directas sobre el empleo y la economía insular.
Aunque el alza de los precios supone un desafío para el consumidor canario, también abre oportunidades para la innovación y la promoción de productos de cercanía. Iniciativas como la apuesta por el “producto km 0” no solo fortalecen la cadena de suministro local, sino que permiten a los establecimientos diferenciarse en el mercado y fidelizar a una clientela cada vez más concienciada con la sostenibilidad y el origen de lo que consume.
Desde el punto de vista del marketing, la subida de los precios obliga a las marcas y retailers a comunicar mejor el valor añadido de sus productos, recurriendo a estrategias que destaquen la calidad, la frescura y el apoyo a la economía local. El consumidor canario, más informado y exigente que nunca, busca transparencia y coherencia en la oferta que encuentra en los lineales.
Los precios de la cesta de la compra seguirán siendo uno de los indicadores clave para comprender la salud económica de las familias canarias. El reto es doble: adaptarse a las tendencias globales sin perder de vista las particularidades locales, como el AIEM y el REA, y aprovechar el momento para reforzar la competitividad del sector agroalimentario insular y la confianza del consumidor canario. El futuro pasará por la innovación, la comunicación efectiva y la apuesta por lo local, tanto en la estrategia comercial como en el posicionamiento digital.